El secreto para tener una piel radiante y saludable, y retrasar al máximo los signos del envejecimiento, no solo está en la genética y el uso de cremas cosméticas. Cuidar la piel desde dentro, incluyendo en la dieta diaria una serie de alimentos que contienen nutrientes esenciales que benefician la piel y la protegen de agresiones externas, como el frío o la exposición a la luz solar, es fundamental.
Por ello, te aconsejamos que siempre te mantengas hidratado, bebiendo al menos 2 litros de agua al día para que el organismo pueda eliminar fácilmente las toxinas, dormir idealmente 7-8 horas, realizar una actividad física moderada de forma regular al menos 150 minutos por semana y, además, seguir una alimentación equilibrada en la que no pueden faltar los alimentos que te proponemos a continuación, ya que están llenos de sustancias y vitaminas que nutren y cuidan la piel desde el interior:
- Cítricos: Pomelo, limón, naranja, mandarina y kiwi son muy ricos en vitamina C, considerada un potente antioxidante, que interviene en la formación de colágeno, una proteína necesaria para que la piel conserve su firmeza y elasticidad. También conseguirás un buen aporte de vitamina C comiendo verduras como los pimientos o la col.
Para que no pierdan la vitamina, es necesario mantener los cítricos en un lugar fresco y no pelarlos hasta que se vayan a consumir.
- Zanahoria: Son una fuente de betacaroteno, un precursor de la vitamina A que contribuye a reducir la flacidez y las arrugas. Se recomienda su consumo antes de exponerse al sol para conseguir un bronceado más uniforme y duradero, y porque tienen propiedades fotoprotectoras, lo que no significa que comer muchas zanahorias pueda sustituir en ningún caso el empleo de protección solar.
- Tomate: Se trata del alimento con una mayor concentración de licopeno, sobre todo en el caso de los tomates maduros. El licopeno protege a las células frente a los daños derivados de la acción de los radicales libres, y se considera que también ejerce una acción preventiva contra el desarrollo de ciertas patologías, como el cáncer de próstata y las enfermedades cardiovasculares. Estas ventajas se consiguen especialmente si el tomate se consume cocinado, porque así se asimila mejor el licopeno.
- Frutos rojos: Frutillas, frambuesas, moras, arándanos contienen vitamina C y flavonoides, lo que les confiere propiedades antioxidantes, que evitan la destrucción celular y el envejecimiento prematuro.
Para evitar que se estropeen y pierdan nutrientes, debes protegerlas de las fuentes de luz y calor, lavarlas enteras, en agua fría, y trocearlas justo antes de su consumo.
Al seguir una alimentación saludable y por sobre todo mantener estos hábitos en el tiempo, obtendrás muchos más beneficios para tu salud integral.