4 consejos para reducir la ingesta de sal.
La cantidad de sal que se debe agregar a la comida puede variar según los gustos personales y las necesidades dietéticas individuales. Sin embargo, existen recomendaciones generales en cuanto al consumo de sal.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda una ingesta diaria de sal de menos de 5 gramos, lo que equivale aproximadamente a una cucharadita de té. Esta cantidad incluye tanto la sal añadida durante la preparación de alimentos como la sal presente de forma natural en los alimentos.
Es importante tener en cuenta que muchos alimentos procesados y comidas preparadas ya contienen sal, por lo que es necesario considerar este factor al agregar sal adicional durante la preparación de la comida.
Aquí hay algunos consejos de Vie et Santé para reducir la ingesta de sal en la comida:
1. Cocinar en casa: Al cocinar en casa, tienes control sobre la cantidad de sal que agregas a tus comidas. Puedes experimentar con hierbas y especias para realzar el sabor de los alimentos en lugar de depender en exceso de la sal.
2. Leer etiquetas: Al comprar alimentos procesados, lee las etiquetas para conocer el contenido de sodio. Elige opciones bajas en sal o sin sal añadida siempre que sea posible.
3. Limitar el consumo de alimentos procesados: Muchos alimentos procesados, como los embutidos, sopas enlatadas, aderezos para ensaladas y snacks, tienden a ser altos en sodio. Intenta limitar su consumo y optar por alimentos frescos y naturales en su lugar.
4. Evitar la sal de mesa: Evita agregar sal de mesa a tus comidas una vez que estén servidas. Prueba antes de agregar sal y acostúmbrate a disfrutar de los sabores naturales de los alimentos.
Recuerda que cada persona es diferente, y puede haber circunstancias particulares que requieran una restricción de sal más estricta, como en el caso de personas con hipertensión o enfermedad renal. En esos casos, es importante seguir las recomendaciones de un profesional de la salud.