¿Es posible disfrutar estas fiestas patrias sin arrepentirse?
Se acerca una fecha muy esperada por muchos de nosotros. Y es que se vuelve una tremenda instancia para disfrutar de asados familiares, visitar fondas, bailar un pie de cueca y terminar en un asado con amigos.
Sin embargo, si esto lo prolongamos por varios días también se podría transformar en desajustes en torno a la alimentación, lo que podría estar acompañado de malestar físico y por supuesto culpa y frustración. Hoy en clínica Vie et Santé te queremos ayudar para que disfrutes de este 18, tanto de las instancias afectivas como también de tu alimentación.
Es súper importante comprender que la comida es un acto cotidiano que satisface una necesidad básica, por ende, no debemos catalogar la comida como buena o mala, ya que sólo aumentará nuestra presión y autocrítica; es mejor considerarla como una instancia para nutrirnos y cuidarnos.
Para esto te damos 4 herramientas simples, pero efectivas, que te ayudarán a cuidar de tí durante estas fiestas patrias.
1.- No te saltes comidas:
A veces tendemos a pensar que: “Como voy a tener un asado a la noche no comeré nada durante todo el día para poder comer tranquilo/a”. Esta no es una buena estrategia, ya que el pasar muchas horas sin comer sólo aumentará tu hambre. Por eso es importante mantener tus niveles de glucosa estables, así tendrás los niveles de hambre y saciedad más nivelados.
2.- Mejora la toma de decisiones:
Ten en cuenta que, no se trata sólo de comer, si no que también se trata de qué es lo que comes. Si seguimos con el ejemplo anterior, el no comer durante muchas horas porque “en la noche voy a recuperar todo lo que no comí durante el día”, podría conllevar a que las decisiones de la noche estén inclinadas a sopesar con carbohidratos, azúcares y grasas.
Elegir alimentos nutritivos durante el día te mantendrán saciado/a y podrás tomar mejores decisiones al momento de comer. La sugerencia está orientada a detenerte y observarte y desde ahí elegir conscientemente de qué manera vas a elegir cuidarte en ese momento.
3.- Empieza picoteando alimentos saciadores.
Es súper común que previo a la comida familiar o al asado de la noche haya algún picoteo disponible. Si eliges comenzar con alimentos ricos en hidratos de carbono, aumentará tu glucosa rápidamente, y como la bajada también es rápida al poco tiempo querrás comer nuevamente, aumentando incluso el comer de manera automática y/o descontrolada.
Te sugerimos priorizar alimentos altos en pretina, los cuales te otorgarán mayor saciedad. Puedes poner tus elecciones en un plato y comer de manera lenta, masticando varias veces el bocado, permitiendo la experiencia con todos tus sentidos e indagando tus niveles de saciedad estomacal. La idea es aprender a parar antes de llegar al dolor e incomodidad de tu estómago.
La idea es aprender a disfrutar.
4.- Aprende a nutrir todas tus hambres.
Durante esas fiestas es común que donde estemos haya mucha disponibilidad de alimentos, por lo que las reuniones familiares o con amigos siempre están en torno a la comida y muchas veces entre risas, compañía, abrazos y disfrute perdemos la cuenta de lo que estamos comiendo.
Por ende, es importante aprender a nutrirnos también de otras experiencias que implican placer, gratificación y felicidad. De esta manera estaremos activando hormonas de la felicidad, tales como serotonina, oxitocina, endorfina y dopamina.
Para esto, te sugerimos entregar cariño a algún familiar, disfrutar de un momento agradable con amigos, conectar con personas que no veías hace un tiempo, disfrutar de la música y por qué no realizar actividad física relacionadas con la fecha, por ejemplo, con juegos típicos chilenos, carrera en saco, palo encebado e incluso bailar cueca.
Como te habrás dado cuenta la organización y el disfrute durante estas fechas son súper importantes.
Mantener tus niveles de hambre y saciedad controlados y aprender a escuchar esas otras necesidades te ayudará a ser más consciente de tus requerimientos y así buscar otras vías para nutrir todas tus hambres, durante estas fiestas.
¡Espero te sirva!
María José Ortiz.
Ps. Clínica.