Según la OMS, “la ingesta de azúcares libres, entre ellos los alimentos y bebidas azucaradas, es uno de los principales factores que está dando lugar a un aumento de la obesidad y la diabetes en el mundo”. El azúcar suele camuflarse en muchos alimentos de nuestra dieta cotidiana, por lo que la consumimos sin saber cuán perjudicial resulta para nuestro organismo.
El exceso de fructuosa y glucosa se transforma en grasa en el hígado, lo que acrecienta los riesgos de obesidad y de diabetes tipo 2. De acuerdo con las estadísticas mundiales de 2014, más de uno de cada tres (el 39%) de los adultos de 18 años o más tenía sobrepeso. La prevalencia mundial de la obesidad se duplicó con creces entre 1980 y 2014 y, en ese año, el 11% de los varones y el 15% de las mujeres (más de medio billón de adultos) eran obesos. El número de diabéticos también aumentó de 108 millones en 1980 a 422 millones en 2014. En 2012, 1,5 millones de personas fallecieron a causa de la diabetes.
La OMS recomienda que, si se ingieren azúcares libres, aporten menos del 10% de las necesidades energéticas totales; además, se pueden observar mejoras en la salud si se reducen a menos del 5%. Esta proporción equivale a menos de un vaso de 250 ml de bebida azucarada al día. Además de generar diabetes y obesidad, su consumo trae muchas otras consecuencias, entre las que se destacan:
- Crea adicción: consumir azúcar conduce a la liberación de dopamina (neurotransmisor que provoca querer más de la sustancia que produce placer). A medida que las neuronas receptoras de dopamina se sobren estimulan, el número de receptores que responden disminuye, de manera que cada vez se necesita una mayor cantidad de dopamina para obtener el mismo placer.
- Daña los tejidos: el azúcar acelera el proceso de oxidación de las células. Esto puede desarrollar enfermedades hepáticas, insuficiencia renal y cataratas.
- Acelera el envejecimiento: el azúcar puede disminuir la reparación de colágeno (proteína que aporta resistencia y flexibilidad a nuestros tejidos) lo que resulta en una reducción de su elasticidad y la aparición de arrugas prematuras, si necesitas bajar de peso clínica Vie et Sante, es la solucion, equipo multidiplinario experto en baja de peso ubicados en Santiago de Chile.
- Afecta nuestra memoria: Se reduce la capacidad de almacenar recuerdos o conocimientos nuevos por un tiempo más prolongado y tienden a lentificarse los procesos de memorización y aprendizaje en quienes consumen azúcar, empeorando el rendimiento del cerebro.
- Reduce la sensación de saciedad: Se activa las zonas de placer del cerebro, lo que disminuye la sensación de estar satisfecho al ingerir alimentos.
- Baja la energía: A pesar de que el consumo de glucosa causa una sensación de energía, hay que tener en cuenta que esto es un efecto a corto plazo, haciendo que después nos sintamos más cansados.