¿Cuántas veces has abierto una bolsa de papas fritas y no has parado hasta terminarla? ¿o una caja de donuts? ¿Cuántas veces has tenido sed y lo primero que te ha venido a la cabeza es una bebida azucarada? Esto no te pasa solo a ti y no es casualidad.
La industria de la alimentación lo ha hecho muy bien y ha creado en nuestra mente y vida una necesidad que se ha convertido en una adicción. Porque eso son los productos ultraprocesados, productos cargados de azúcares, grasas y sal que funcionan en nuestro organismo igual que una droga.
¿Qué es un ultra procesado? Los ultraprocesados son productos, no alimentos; es decir, son preparaciones industriales comestibles que están elaboradas a partir de sustancias derivadas de otros alimentos. Suelen tener listas interminables de ingredientes y entre ellos se encuentran materias primas refinadas: azúcares, harinas, grasas, sal, aditivos, edulcorantes, colorantes, emulsiones, potenciadores del sabor, etc.
¿Por qué no podemos parar de comerlos? Son atractivos tanto visualmente como también para nuestro paladar, ya que los ingredientes generan un deseo de seguir comiéndolos. Es un círculo vicioso muy difícil de parar pero no imposible. ¡Sumado a que los encontramos por todas partes!
¿Por qué son tan perjudiciales para la salud? Al ser altos en azúcares, grasas saturadas, sodio y aditivos, generan problemas en nuestros órganos, desencadenando enfermedades crónicas no transmisibles como la diabetes e hipertensión y la acumulación de masa grasa en el cuerpo.
Cuanto más consumimos ultraprocesados, menos comida real comemos por lo que perdemos calidad en nuestra alimentación. La comida real es la que nos nutre y nos da energías para el día a día.
Ya lo sabes, intenta reducir el consumo de los ultraprocesados en tu alimentación. Prefiere alimentos naturales como las frutas, verduras, carnes, huevo y pescado, legumbres y cereales.
¡Mantén una vida sana y a disfrutar de la vida!